En nuestra latitud, la temporada de la alcachofa comienza en el mes de octubre. Con la globalización es posible comprar alcachofas en el supermercado durante casi todo el año. Sin embargo, vale la pena centrarse en las variedades autóctonas de cada región, tanto por el precio como por el sabor.
La alcachofa es propia del invierno. Por tanto, la mejor temporada es desde el otoño hasta primavera, que es cuando finaliza la cosecha de alcachofas en el área mediterránea. Esta hortaliza nos ofrece unos excepcionales beneficios y propiedades que no pueden faltar en una alimentación equilibrada y muy importante para la salud. Además, gracias a sus cualidades gastronómicas, se puede preparar en infinidad de variedades de platos: crudas, hervidas, rellenas, fritas, rebozadas, guisadas, en sofrito, a la brasa, al horno…