Los alimentos que nos proporcionan todos los nutrientes vitales que necesita nuestro cuerpo son: los hidratos de carbono, las grasas, las proteínas, las vitaminas, los minerales y oligoelementos, fibra alimentaria, agua…
Estos son los componentes de una alimentación equilibrada. Los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas son conocidos como nutrientes esenciales, nos proporcionan la energía que necesitamos para vivir.
Son el componente básico de los cereales, las frutas y las verduras, los hidratos de carbono son, al fin y al cabo, azúcar, aunque no todos los hidratos de carbono son dulces. Hay varios tipos de hidratos de carbono cuyo contenido y absorción en el organismo es diferente. Los hidratos de carbono de los cereales, las verduras y patatas son los más saludables ya que la absorción del azúcar es más lenta. Nuestra digestión los descompone hasta llegar a su parte más elemental: la glucosa, el combustible que alimenta nuestro motor. Si quieres conocer un poco más sobre los hidratos de carbono y sus clases, puedes consultar el artículo del blog “hidratos de carbono sí, pero que sean de los buenos”
El azúcar blanco es el hidrato de carbono preferido de muchos, aunque a menudo lleva consecuencias nefastas para el peso.
Muchos alimentos que consumimos a diario están compuestos de azúcar, y si además a las comidas o postres añades un extra de azúcar, al final del día quizás has consumido un exceso de azúcar. Si quieres reducir la ingesta de azúcar, puedes sustituir el azúcar blanco por otros alimentos que endulzan las recetas de manera un poco más saludable. Si quieres saber más, puedes consultar el artículo “alternativas al azúcar” te aportará soluciones para reducir el consumo del azúcar blanco.
Las proteínas son muy necesarias y son el principal componente de nuestros músculos. Es importante proporcionar al organismo la proteína necesaria para su buen funcionamiento.
Los alimentos que contienen más proteína son los de origen animal como la carne, el pescado, las aves, los huevos, la leche y los productos lácteos. Aunque también se pueden obtener sin carne y derivados: las legumbres (lentejas, soja, garbanzos), los cereales y las patatas son solo unas cuantas de las muchas y venas fuentes de proteínas vegetales.
Las grasas son esenciales para la vida, ya sea como reserva de energía, como protección contra el frÍo o como taxi de vitaminas en el metabolismo. Se distinguen tres tipos de grasas como ácidos grasos polinsaturados, las grasas con ácidos grasos saturados (presentes sobre todo en productos de origen animal como los embutidos y el queso graso y la mantequilla) y las más importantes, las grasas con un gran porcentaje de grasas insaturadas presentes en gran medida en las grasas vegetales y en aceites como el aceite de oliva, el aceite de colza, el aceite de cardo y el aceite de linaza, sin olvidar los frutos secos, que también son una fuente importante.
Es importante consumir grasa, pues es un elemento esencial en la alimentación, pero se debe consumir con moderación.
Es recomendable prestar atención a la manera de cocinar, es decir a la grasa que añades en la preparación de las recetas y sobre todo, a los alimentos que utilizas que pueden contener grasas invisibles. Las grasas invisibles son aquellos alimentos que contienen grasa, pero que a simple vista no se ve.
Gracias a nuestro método de cocción, puedes asar sin necesidad de añadir grasa (aceite, mantequilla…), y por lo tanto, consigues mantener íntegro el sabor de los alimentos, no añadir calorías extra al plato, cocinar de manera limpia y más saludable. Si quieres saber más, puedes consultar el artículo “¿Cocinar sin grasa es posible?”.
Hay 13 tipos de vitaminas, y todas ellas son esenciales. Las vitaminas son sinónimo de salud, energía y elasticidad. Algunas también ayudan a mantener el buen humor y potencian nuestra capacidad de concentración. ¿y como se evita la falta de vitaminas? Fácil: solo hay que llevar una dieta variada que incluya muchos alimentos distintos y que se oriente según nuestra pirámide alimenticia (las vitaminas se reparten entre todos los grupos de elementos). Además, es importante mantener el contenido en vitaminas hasta el plato. La cocción con AMC sin añadir agua, hace maravillas al respecto. Los alimentos no se quedan sin sustancias nutritivas, las vitaminas permanecen en ellos, en lugar de perderse en el agua de la cocción. Esta es una de las ventajas de AMC, ya que consiguen mantener todos los nutrientes de los alimentos y todo su sabor. Para saber más sobre este método de cocción, puedes consultar el artículo “¿Cómo cocinar sin agua?”
Los minerales desempeñan una función eminente. Son el material estructural de nuestro cuerpo, por ejemplo, en los huesos, que están formados fundamentalmente por calcio y fósforo. Además, ayudan a regular el tráfico, a la circulación y al movimiento de los músculos.
Durante mucho tiempo, se creyó que la fibra alimentaria era inútil, pero es importante para nuestra digestión. La digestión empieza en el estomago donde la fibra se hincha para producir sensación de saciedad. En el intestino se encarga del tránsito y puede aliviar o evitar obstrucciones. De camino al intestino, también recoge residuos perjudiciales del metabolismo. Se recomienda consumir 30 gramos de fibra al día. Solo con verdura y fruta es muy difícil de conseguir. Es más fácil si añadimos pan integral o pasta integra, copos de avena, granos de cereales triturados…
En AMC nos preocupamos en ayudarte a que cuides tu salud a través de una buena alimentación. En nuestra Comunidad de Recetas, encontrarás muchísimas recetas, saludables y fáciles de hacer.
En el buscador de recetas, te ayuda a encontrar de manera ágil la receta que quieres. Puedes filtrar según el concepto nutricional, ya sea bajo en grasa, rico en fibra, vegetariana, bajo en carbohidratos, rico en vitaminas etc. De esta manera puedes encontrar rápidamente la receta que necesitas y más te conviene.